Parvulario de doña Andrea h.1949. Doña Andrea Sellés Amorós ejerció en Adra de 1932 a 1953.01 02 Antonio Ferrón, el "Bizquillo" 03 Juan M. Morcillo Gnecco 04 Paco Navarrete Cervantes 05 Enrique Navarrete Cervantes 06 Pepe Muñoz Lorenzo 07 Paco Crespo López 08 Lorenzo Tapias 09 Ramón Salinas Castro 10 José María Crespo Chefle 11 Paco Parrilla Fernández 12 Juan José Parrilla Fernández 13 Pepe Bonillo Sánchez 14 15 Luisa Rodríguez Doñas 16 María ... 17 Encarna Crespo Chefle 18 Encarnita López Tamarit 19 Isabelita Bonillo Sánchez 20 Manolita Giménez Bogas 21 Lolita García López 22 Mari Carmen Giménez Bogas 23 Rosario "Trajines" 24 25 26 27 28 29 30 Pili Barranco 31 Trini Guillén Blanes 32 Leocadin González Lorenzo 33 Paquita Arqueros Amat 34 Mari-Sole Muñoz Lorenzo 35 Anita Roldán
36 Marilina Domínguez 37 Isabel Sánchez Lidueña 38 39 40 Dolores González Martínez 41 Isabel Sierra Castro 42 Maruja Sánchez Rodríguez "Trajines" 43 44 Trina ... 45 46 47 48 Encarnita Bogas 49 Encarna Soto 50 Julia Navarrete Cervantes 51 52 Dª Andrea Sellés Amorós
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Constitucion de la Azucarera de Adra, 1909Izquierda: Noticia publicada en "La Independencia" de Almería el 16 de mayo de 1909 |
Así se divertían nuestros antepasados. Sus entretenimientos, a veces, hasta salían en la prensa.No había televisión, ni radio, ni música en conserva; el teatro y la música eran de fabricación casera.En muchas familias siempre había alguien que tocara un instrumento.Observad que uno de los participantes en esta velada fue "el joven Angelito Ortiz" (de Villajos), quien llegaría a ser un eminente compositor. |
"CENCERRÁ": Ruidosa y burlesca serenata dedicada a los viudos la noche de sus nuevas nupcias.En 1787, Pedro de Roxas, viudo de 53 años, se casó en Adra con Josepha Godoy, de 21.Don Pedro de Roxas es antepasado directo de los actuales Rojas de Adra, el primero de su estirpe que se estableció en nuestro pueblo, en el siglo XVIII.En su expediente de información matrimonial figura cómo don Pedro solicita al Arzobispado de Granada ser dispensado de las tres reglamentarias amonestaciones, para que su boda no fuera advertida por la gente, diciendo: «... evitar la senserrada y los alborotos que suelen producirse en esta villa de Adra...»La solicitud fue aceptada y la ceremonia se celebró en secreto.La última cencerrá que pude ver fue en 1964, cuando un viudo "se llevó" a la novia. No debo dar más datos, por ser un hecho algo "reciente", solo decir que fue en 1964, en un anejo de Adra, donde casualmente me encontraba tomando unos vinos con unos amigos locales en la taberna de Vargas. |